Fragmento

Al recibir la invitación para escribir este corto ensayo, no me había dado cuenta que ya habían pasado 15 años desde aquel día que, en un atiborrado Teatro Universitario, hicimos una declaración de fidelidad y recibimos nuestro título profesional. Sabemos que toda época está marcada por cambios pero considero que, lo que hemos vivido en estos últimos 15 años en Ecuador y en el Mundo, ha influido drásticamente en la forma de ver a la medicina y seguramente en la carrera médica de muchos compañeros de promoción. Egresamos en septiembre del 92, cuando había transcurrido un mes de la transición entre el Gobierno de Rodrigo Borja y el de Sixto Durán-Ballén. El primero había dado un énfasis importante al fortalecimiento de la Atención Primaria de Salud, mientras que el segundo, respondiendo a su enfoque de economía de mercado, dio inicio a la tendencia de compensar el deterioro de los servicios públicos con alianzas público-privadas. En 1995 se promulgó la Ley de Derechos y Amparo al Paciente por lo que los profesionales de la medicina y las instituciones sanitarias nos vimos obligados, por primera vez, a dar la cara a los pacientes por una atención digna, no discriminativa, confidencial e informada. Además, puso en el tapete y en la conciencia ciudadana el tema de Derechos de Salud y con esto la necesidad de modificar la relación paternalista entre el médico y “su” paciente.

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2011-03-17   |   576 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 32 Núm.2. Julio 2007 Pags. 107-109 Rev Fac Cien Med Quito 2007; 32(2)