Fragmento

Históricamente, muchas de las lecciones aprendidas en la asistencia de heridos en el ámbito militar han encontrado aplicación en la atención al trauma civil (protocolos ATLS, PHTLS, etc.). Las experiencias de los médicos de combate en la Segunda Guerra Mundial, Corea y Vietnam, junto con su creciente comprensión de la asistencia sobre el terreno, evacuación rápida, transporte y el tratamiento definitivo de los lesionados en combate, son las bases sobre las cuales se sustenta el cuidado táctico de las bajas en combate. Mientras los equipos de SWAT comenzaron a aparecer en la década de 1960, se reconoció que el apoyo médico de algún tipo sería necesario para las unidades en misiones de alto riesgo. El modelo propuesto se basó en el modelo militar del médico de combate, sugiriendo que fuera parte de la unidad táctica. Más concretamente, estos técnicos eran un equipo médico de operaciones especiales. Algunos de los policías y paramédicos que formaban estas unidades tácticas, con frecuencia eran veteranos de Vietnam. Es importante hacer mención que para el mejor funcionamiento de un equipo médico táctico en una fuerza de seguridad pública, es necesario que el personal que lo integre tenga la formación en tres esferas: ser proveedor de servicios médicos, ser oficial de policía, y ser oficial de técnicas especiales de intervención (técnicas tipo SWAT). En fechas recientes, los servicios médicos de emergencia civiles han sido llamados para prestar asistencia en numerosos tiroteos en escuelas, tiroteos en centros comerciales, y otros actos de terrorismo que presentan factores tácticos similares a los encontrados en el combate. La amenaza de recibir fuego hostil, teniendo que asistir a múltiples heridos ha cubierto, y tiempos prolongados de evacuación han entrado en juego. Los enfrentamientos en las ciudades fronterizas, y algunas otras plazas de nuestro país son ejemplos que ilustran que, incluso en entornos urbanos, comenzar el tratamiento, y el transporte de heridos puede requerir tácticas y entrenamiento fuera de los parámetros de los protocolos estándar de los servicios médicos de emergencias. La adopción de las directrices aplicables del cuidado táctico de las bajas en combate dentro de los programas tácticos de los Servicios Médicos de Emergencia y la aplicación de estos principios a las operaciones tácticas de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado puede resultar en una mejor continuidad táctica y vidas adicionales salvadas cuando los heridos se producen durante el transcurso de estas operaciones.

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2010-08-12   |   1,264 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 12 Núm.2. Mayo-Agosto 2009 Pags. 43 TRAUMA 2009; 12(2)