Cómo llenar el vacío translacional en anestesiología pediátrica

Autor: Gómez Duarte Óscar G

Fragmento

Desde el descubrimiento del éter como anestésico hace más de 150 años por William T. Morton en Boston, Estados Unidos ha habido avances dramáticos en la anestesiología. El éter fue reemplazado por otros anestésicos volátiles seguros y se desarrollaron agentes intravenosos, con efectos variados en el sistema nervioso central dependiendo de las necesidades clínicas específicas. Los ventiladores fueron incorporados para proveer ventilación y anestesia. El campo de la anestesiología se ha expandido del manejo del dolor hasta el cuidado crítico de pacientes. La alta tecnología puede proveer no sólo respiración a pacientes con falla respiratoria, sino también circulación a pacientes con falla cardíaca con dispositivos de asistencia ventricular, o soporte cardiopulmonar a pacientes en falla cardiopulmonar a través de máquinas de oxigenación por membrana extracorpórea (ECMO). Elegantes estudios a partir de ciencias básicas han aumentado el conocimiento en el área de la anestesia y el cuidado crítico hasta el punto de que las tasas de mortalidad de los pacientes en las unidades de cuidados intensivos han disminuido en las últimas décadas. La translación de la ciencia básica hacia el área clínica ha proporcionado los fundamentos para las directrices actuales en el manejo de pacientes que requieren anestesia o cuidado intensivo. La translación de la investigación básica a los ensayos clínicos ha resultado en el uso apropiado y seguro de drogas anestésicas, narcóticos, analgésicos, expansores vasculares, ventiladores, dispositivos de asistencia ventricular y máquinas de ECMO.

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2010-07-21   |   1,039 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 38 Núm.2. Mayo-Julio 2010 Pags. 157-162 Rev col anest 2010; 38(2)