Pensamientos éticos en el cautiverio

Autor: Pérez Medina William

Fragmento

Hubiese deseado tener otra especialidad militar, cuando los terroristas atacaron mi unidad y, en su persecución, en medio del combate, resultaban heridos algunos de ellos, debiendo yo, como enfermero del Batallón, brindarles los cuidados necesarios para preservarles la vida, a pesar de que momentos antes, ellos mismos habían asesinado a mis compañeros. Pensaba en ello y finalmente me decía: actuar así es otra de las cosas que me hacen diferente de un terrorista y continuaba adelante con mi trabajo. Pero la situación cambió de la noche a la mañana cuando en medio de fuertes combates asesinaron a más de 80 compañeros y secuestraron otros 43, entre ellos yo, que tuve la suerte de vivir. Fue el inicio de una etapa de terror y sufrimiento que no se imagina uno a los 22 años, menos aun que podía ser tan larga y que era posible soportarla. Con una cadena atada al cuello, amenazado constantemente por los terroristas y recibiendo todo tipo de humillaciones, se acerca a mí uno de esos personajes y me dice: "Perez, ¿Será que nos puede ayudar? es que tenemos un compañero enfermo y no sabemos qué hacer". No fue necesario en ese momento tener enfrente mío a mi instructora, la Srta. Leonor, Enfermera Jefe y Directora de la Escuela de Enfermería del Hospital Militar Central donde me gradué como Auxiliar de Enfermería, para saber de inmediato lo que tenía que hacer. Veía su rostro firme diciéndonos: "Recuerden siempre: primero el paciente, segundo el paciente, tercero el paciente y lo que sobre... también para el paciente".

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2010-04-07   |   745 visitas   |   1 valoraciones

Vol. 17 Núm.1. Enero-Junio 2009 Pags. 164-165 Rev Med 2009; 17(1)