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Johann Lukas Schoenlein (1793–1864) recalcaba en sus disertaciones en el aula, donde dictaba Introducción a la Medicina, que el médico debía tener dos cualidades: muy buena capacidad de observación y ningún asco a las cosas o materias que encontrara en su profesión. A continuación él mostraba a sus alumnos el método que se empleaba desde la antigüedad para determinar la presencia de azúcar en la orina, probándola directamente. Con estas palabras, el profesor Schoenlein metía un dedo en la orina del tubo de ensayo y lo probaba con la lengua en el dedo. A continuación pedía a sus oyentes que probaran de la misma manera. Una parte de los estudiantes obedecía la orden, pero otros no podían decidirse a hacerlo. Entonces el catedrático resumía el ejercicio sonriendo: “Los que han hecho lo que yo, han superado el asco, al contrario de los demás; pero ellos carecen de la necesaria capacidad de observación, porque yo en verdad he metido el índice en la probeta, pero he chupado el dedo medio”.

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2010-02-25   |   953 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 74 Núm.132. Julio 2009 Pags. . Rev Inst Med Su 2009; LXXIV(132-133.)