Fragmento

Las guías clínicas tienen el propósito de disminuir la heterogeneidad, en muchas ocasiones injustificada, de las decisiones médicas, por lo que es indispensable que en su diseño se acompañen de criterios de evaluación, a los cuales se les denomina de competencia técnico-médica, o de desempeño clínico. El objetivo de la evaluación es determinar los cambios derivados del uso de las guías clínicas en la disminución de lo inapropiado de los diagnósticos y los tratamientos, y medir el incremento en la proporción de pacientes que alcanzan los resultados en salud esperados después de ser atendidos bajo los criterios propuestos. Desde la perspectiva de la epidemiología clínica, la racionalidad de una decisión terapéutica tiene tres componentes: establecimiento, selección y especificación del alcance del tratamiento. La mayoría de los médicos sustentan las decisiones clínicas en su experiencia profesional para diagnosticar a través del interrogatorio y examen físico, y apoyándose en los resultados de estudios auxiliares. Este sencillo esquema permite elaborar o descartar diagnósticos presuntivos y prescribir tratamientos a pesar de que los síntomas, signos y hallazgos durante el examen físico son imperfectos en función de que no reflejan con exactitud el verdadero estado del paciente. La integración del diagnóstico y la decisión del tratamiento tienen cierto grado de incertidumbre con respecto a lo correcto del primero, lo apropiado del segundo y a los resultados en salud que se obtendrán. El profesional de la salud aprende, implícita o explícitamente, criterios médicos durante su formación de pregrado y posgrado y durante su ejercicio profesional, y también de forma rutinaria se intruye en manejar tanto la incertidumbre como las probabilidades de obtener los resultados esperados. Sin embargo, no es necesario que profundice de manera crítica, a través de la reflexión constante y la revisión de los avances científicos, su propio ejercicio o el de otros médicos durante su práctica diaria.

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2009-04-16   |   1,314 visitas   |   1 valoraciones

Vol. 5 Núm.57. Abril 2009 Pags. 5 Odont Moder 2009; 5(57)