Muerte cerebral: necesidad de seguir la norma

Autor: Vélez van Meerbeke Alberto

Fragmento

Las técnicas modernas de soporte vital han producido en las últimas décadas una revolución en el tratamiento de condiciones agudas y críticas de modo que se puede mantener artificialmente, a través de la ventilación mecánica y el soporte cardiovascular, a pacientes con daños cerebrales extensos que llevan a la pérdida completa de sus funciones. Por este motivo, los criterios que definían la muerte han cambiado desde un concepto tradicional de cese de las funciones cardiorrespiratorias hasta un término diferente, la muerte cerebral o muerte encefálica que se refiere a la cesación irreversible y sostenida de todas las funciones cerebrales incluidas las del tallo. Esta ha tomado importancia por dos aspectos primordiales: tratar de evitar la perpetuación de un manejo innecesario en casos de no existir la mas mínima posibilidad de recuperación e igualmente, dado los avances científicos y tecnológicos que posibilitan los transplantes de órganos, esta situación ha permitido que se puedan extraer órganos viables antes de que empiece la degeneración de los tejidos. Gracias a esto, han aumentado considerablemente los trasplantes en los últimos años tanto en el mundo como en el país donde solo en el año 2006 alrededor de 800 colombianos recibieron uno o varios órganos: 181 hepáticos, 59 cardiacos y 618 renales entre otros. En este año se alcanzó una tasa de 9,9 donantes por millón habitantes distribuidos en las principales ciudades: en la capital hubo 17 donantes por cada millón de habitantes, mientras que en Cali 20 y en Medellín 32, cifras importantes pero todavía demasiado bajas respecto a países de las mismas condiciones que el nuestro; el número de personas que están esperando un transplante supera los mil y crecerá vertiginosamente en los próximos años por el aumento de la esperanza de vida y el cambio del perfil epidemiológico. Según la red de transplantes, la muerte encefálica se presenta hasta en un 14% de los pacientes que ingresan a las unidades de cuidado intensivo y servicios de urgencias y sus causas más importantes son el trauma craneoencefálico, los ataques cerebro-vasculares, las encefalopatías anoxo-isquémicas y las neoplasias intracraneales

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2008-05-14   |   1,081 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 23 Núm.4. Octubre-Diciembre 2007 Pags. 239-241. Acta Neurol Colomb 2007; 23(4)