Depresión en estudiantes de enfermería

Autor: Cortés Noriega Rosaura

Fragmento

LA INCIDENCIA de la enfermedad depresiva es tres veces mayor que la de esquizofrenia y supera ampliamente a la hipertensión arterial y la malaria. Afecta especialmente a las personas jóvenes (25 a 40 años) disminuye la capacidad laboral, incrementa del ausentismo, aumenta la comorbilidad (especialmente de síntomas digestivos y osteoarticulares), deteriora de la calidad de vida y reduce la expectativa de vida. La depresión puede ser la consecuencia de un estrés crónico, no como una relación causa-efecto, si no como el resultado del aumento de la vulnerabilidad del individuo frente al estresor permanente, que mina su capacidad de adaptación y limita sus logros a nivel individual y laboral. Los síntomas del cuadro depresivo son múltiples. Con frecuencia el paciente sufre en silencio los síntomas cognoscitivos (disminución de la capacidad de concentración, dificultad para tomar decisiones, olvidos frecuentes, pesimismo, sentimientos de desesperanza, minusvalía o culpa, e ideas de suicidio) y solamente acude a consulta para manifestar sus síntomas somáticos y neurovegetativos (pérdida de peso, insomnio, cefalea tensional, lumbalgia, diaforesis, vómito, palpitaciones), o cuando la ansiedad y el miedo son tan intensos que no le permiten el sosiego y le alteran los ciclos de sueño y alimentación.

Palabras clave:

2008-05-05   |   1,378 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 6 Núm.1. Enero 2005 Pags. 126-141 Rev Avances 2005; 6(1)