Día Mundial de la Tuberculosis 2002

Detener la tuberculosis, luchar contra la pobreza 

Autor: Salazar Lezama Miguel Angel

Fragmento

Ése fue el lema de la Organización Mundial de la Salud para conmemorar el Día Mundial de la Tuberculosis este año.La tuberculosis,como otras enfermedades,sigue generando un sentimiento de vergüenza en nuestro siglo XXI.Un tercio de la población mundial está infectado de tuberculosis y dos millones de personas mueren al año debido a ella,dato escandaloso si tenemos en cuenta que disponemos de tecnología para un control eficaz. Desde un punto de vista histórico,la tuberculosis siempre se ha considerado una enfermedad que afecta socialmente a los desfavorecidos;el 99%de todas las muertes por tuberculosis se registra en países en vías de desarrollo. Los pobres son 2.6 veces más susceptibles de contraer la enfermedad que los no pobres.Pero esta enfermedad presenta más dimensiones relacionadas con la equidad. Afecta a los grupos económicamente más activos y puede conducir,en el caso de familias pobres dependientes de un único sostén que cae enfermo,a una reducción de ingresos,un deterioro económico y un mayor empobrecimiense ha hecho notoria.Baste decir que,para 1998 únicamente el 23%de la población mundial vivía en países desarrollados,el 32%de la población de países en vías de desarrollo viven en la llamada “extrema pobreza ”y que el ingreso anual per cápita es,en los países desarrollados de $12,510.00US,mientras que en los en vías de desarrollo apenas a $710.00US 2 .La tuberculosis se controla y diagnostica con PCR y RFLP (reacción en cadena de la polimerasa y el polimorfismo revelado por la longitud de los fragmentos de restricción)en los países desarrollados, los cuales tienen incidencia baja y los que están en vías de desarrollo se entrena gente para hacer baciloscopias,con el consiguiente retardo en el diagnóstico y tratamiento.

Palabras clave: Tuberculosis.

2003-01-08   |   168 visitas   |   2 valoraciones

Vol. 15 Núm.2. Abril-Junio 2002 Pags. 62-63. Rev Inst Nal Enf Resp Mex 2002; 15(2)