Fragmento

Introducción La colposcopia fue empleada por primera vez por el Dr. Hans Hinselmann en 1925, en Hamburgo, Alemania, con la finalidad de encontrar focos cancerosos en forma temprana. El estudio colposcópico permite la identificación de características sutiles de los epitelios, inapreciables a simple vista, que son la expresión de cambios patológicos. Por lo tanto, la colposcopia se ha consolidado como parte fundamental del protocolo para el diagnóstico de las lesiones intraepiteliales y el cáncer inicialmente invasivo del tracto genital inferior (TGI). Bases histológicas Para entender el significado de las imágenes colposcópicas, es imprescindible conocer la histología, tanto normal como patológica del TGI, ya que constituye el sustrato de las imágenes observadas. La luz que incide sobre el epitelio penetra hasta el estroma; la coloración reflejada está relacionada con la vascularización del estroma y el grosor del epitelio, que actúa como un filtro al paso de la luz. La observación de un color blanco se debe a la existencia de cambios epiteliales que impiden el paso de la luz hasta el estroma, lo cual es un signo poco específico, que puede ser originado por: 1) Paraqueratosis o hiperqueratosis, 2) acantosis, 3) aumento de densidad nuclear o 4) infiltración inflamatoria del estroma. Sin embargo, esta observación es muy útil, puesto que permite delimitar con toda precisión el área anormal.

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2007-08-20   |   1,871 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 5 Núm.4. Julio-Agosto 2006 Pags. 115-117 Gamo 2006; 5(4)