Resumen

La prevalencia del Virus del Papiloma Humano (VPH) en la población masculina es de 40%, tres veces más que en la mujer (14%). Los condilomas acuminados de los genitales externos, eran conocidos desde los tiempos antiguos y ya descritos con precisión por griegos y romanos. La transmisión sexual de los condilomas genitales fue demostrada por Barret y cols., en 1954, y posteriormente confirmada por Dunny Ogivie y por Oriel y Almeida. A mediados de la década de los 70, Della Torre con el advenimiento de la biología molecular, se permitió superar la imposibilidad de cultivar virus y condujo al conocimiento de la heterogeneidad de este género viral. Hoy en día se cuenta con abundantes estudios que implican al VPH en la génesis del carcinoma del tracto genital femenino así como del pene y ano. La vía sexual, es la modalidad de contagio más común y una infección clínica que cuenta con elevada carga viral, es más contagiosa que la infección subclínica. Los tipos 16,18, 31, 33, 35, 45 y 56 son más comunes en displasias premalignas y Ca Cu. La infección en el hombre en forma de condilomas acuminados puede inmiscuir glande, corona, prepucio, surco balanoprepucial, meato uretral, cuerpo del pene, escroto, región anorrectal y perianal e ingle, así mismo se han encontrado lesiones en uretra distal y vejiga. El diagnóstico de infección por VPH se hace mediante observación directa de genitales externos, observación con penoscopia o lentes de aumento simple o aplicando ácido acético a 5% con lo cual también se valoran lesiones subclínicas. En lo referente al manejo del VPH, hacemos referencia a nuestra experiencia utilizando dos estudios de investigación que se realizaron en el Hospital Juárez de México en 1999 y 2000, en el primero de ellos utilizamos el 5FU y en el otro Imiquimod, ambos con buenos resultados.

Palabras clave: Papiloma virus humano.

2007-03-28   |   3,971 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 74 Núm.1. Enero-Marzo 2007 Pags. 5-10 Rev Hosp Jua Mex 2007; 74(1)