Goya y el Dr. Arrieta

Fragmento

El artista español Francisco Goya (1746-1828) dejó el más emotivo testimonio de su gratitud, por la relación cercana con su médico, en la pintura Autorretrato con el Dr. Arrieta. En el otoño de 1792, en Sevilla, Goya desarrolló una enfermedad grave de presentación abrupta, la cual incluía mareos, debilidad, delirio, dolor abdominal, sordera y ceguera parcial. El nombre de su médico no fue registrado. Sufrió convalecencia en Cádiz, donde en 1793, su amigo Sebastián Martínez reportó: "Goya está un poco mejor, pero su progreso desgraciadamente es lento. Los ruidos en su cabeza y la sordera no han cedido, sin embargo, su vista ha mejorado y ya no tiene episodios de mareo y puede subir y bajar las escaleras sin dificultad". A su retomo a Madrid, en julio de 1793, Goya estaba completamente sordo. Se presumen varios diagnósticos de su grave enfermedad: sífilis, envenenamiento por plomo, enfermedad cerebrovascular, infección aguda del sistema nervioso central y la rara enfermedad conocida como el síndrome de Vogt-Koyanagi-Harada (inflamación temporal del tracto de la uvea asociado a sordera permanente).

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2005-06-14   |   2,448 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 3 Núm.6. Enero-Abril 2005 Pags. 311 Rev Sig Vit 2005; 3(6)