Resumen

Introducción: Casi todas las muertes por rabia humana en el mundo ocurren en países tropicales en vías de desarrollo. En México, el número anual de casos notificados en animales y en el hombre en la década de los 70 ha sido uno de los más altos de Latinoamérica. Entre 1970 y 1977 se autopsiaron 52 pacientes con rabia en el Hospital General de México. Sin embargo, de 1986 a 1995 se ha observado una discreta tendencia descendente. En Yucatán se informaron 5 casos de rabia humana entre 1990 y 1995. El cuadro clínico generalmente es constante y las manifestaciones histológicas suelen ser de encefalomielitis asociada a la presencia de inclusiones citoplásmicas en las neuronas, conocidas como cuerpos de Negri. Caso clínico: Se describe el caso de un hombre de 43 años de edad, con encefalomielitis rábica de dos sema nas de evolución y que presentó un cuadro clínico característico. Ante el antecedente de mordedura de perro seis meses antes, se sospechó el diagnóstico de rabia que fue confirmado con inmunofluorescencia directa en impronta de córnea. Evolucionó con espasticidad, deterioro neurológico e insuficiencia respiratoria. Las alteraciones histológicas del sistema nervioso central incluyeron: a) encefalomielitis, b) cuerpos de Negri, c) despoblación y d) cromatolisis neuronal Discusión: El cuadro histopatológico de la rabia es sorprendente, ya que los hallazgos microscópicos de una entidad tan rápidamente mortal consisten en discretos cambios inflamatorios perivasculares inespecíficos y en inclusiones virales intracitoplásmicas, más frecuentes en el hipocampo y en el cerebelo. En el presente caso llamó la atención la presencia de cuerpos de Negri en la sustancia nigra y en la corteza frontal, ya que este hallazgo es poco común. La afección del tallo cerebral, sitio donde se integran reflejos y funciones viscerales, explica la mortalidad del padecimiento.

Palabras clave: Rabia Encefalitis rábica Encefaltis viral.

2004-10-04   |   1,111 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 7 Núm.4. Octubre-Diciembre 1996 Pags. 219-226 Rev Biomed 1996; 7(4)