Genio y figura

Autor: Tamaroff Leopoldo

Fragmento

Diría, que quien creó esta sentencia conoció, presintió o imaginó a Ortiz de Zárate. Su genio inquisidor, su interés por todas las manifestaciones de la naturaleza y de la conducta del hombre, hicieron de él un sabio. Su conducta, siempre reflexiva, (¡cuidado!. solía decir a menudo, ante una opinión apresurada,) respondía a principios éticos y morales inamovibles. Se fue el siempre invitado de honor de nuestras reuniones científicas. El asiduo concurrente a los eventos académicos con sus constantes aportes al conocimiento neurológico, durante el transcurso de "todo el medio siglo pasado". Nos ha dejado, a los neurólogos y a la Neurología Argentina, un Grande. Haberle conocido y haber compartido sus actividades es un privilegio en la vida de un hombre. Practicante de la Guardia del Hospital Alvear, y Practicante de Sala de la antigua Sala 15, asiento de la Cátedra de clínica neurológica, a cargo del Prof. V. Dimitri, fueron los comienzos de Ortiz en el quehacer neurológico, junto a los más brillantes neurólogos de la época, Pereyra Käfer, J. Aranovich, Marcos Victoria, B. Spota...

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2003-08-29   |   735 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 27 Núm.2. Abril-Junio 2002 Pags. 66-67 Rev Neurol Arg 2002; 27(2)