Resumen

Introducción: las características ocupacionales, así como la manera en que interactuamos en público y la cercanía física con otros trabajadores en los espacios laborales podrían crear las condiciones para establecer un nexo en la transmisión de un proceso infeccioso. El comprender que grupos ocupacionales son considerados de alto riesgo para contraer la infección por SARS-CoV-2 podría permitirnos implementar una respuesta de gestión que disminuya los riesgos de salud pública ante brotes laborales por COVID-19.

Material y métodos: se realizó un estudio descriptivo y retrospectivo de los brotes laborales notificados por COVID-19 en los primeros 100 días de la pandemia. El universo de estudio fueron las seis jurisdicciones sanitarias. Se utilizó la base nominal de brotes, estudios de casos y estudios de brotes laborales.

Resultados: a la semana epidemiológica número 25, se notificaron un total de 21 brotes en áreas laborales por COVID-19. El primer brote laboral notificado en el estado de Oaxaca se registró el 10 de abril del 2020. Se presentó después un repunte importante en el mes de mayo con 14 (67%) brotes laborales y 6 (29%) en el mes de junio.

Conclusiones: es importante la identificación oportuna de los brotes para realizar un adecuado control. La notificación inmediata y la adecuada coordinación entre las instituciones de salud es crucial, así como la constante capacitación del personal de salud involucrado en la vigilancia epidemiológica de brotes.

Palabras clave: SARS-CoV-2 Brote Vigilancia Epidemiológica Personal de Salud.

2020-11-23   |   176 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 7 Núm.3. Julio-Septiembre 2020 Pags. 68-74 Avan Cien. Sal Med 2020; 7(3)