“… No había estado en los muros largos desde los primeros días de la epidemia. Entonces aquella llanura alargada era un mar de chabolas en el que flotaba un olor penetrante a orina y heces. No era un espacio pensado para ser habitado y no contaba con conductos de desagüe como Atenas. Ahora muchas chabolas se habían desmoronado sin que nadie se ocupara de ponerlas de nuevo en pie, y el olor predominante era el de la putrefacción de los cadáveres. Se alejó de la muralla y comenzó a recorrer el único sendero despejado que conducía al Pireo.
Palabras clave: pandemia; inmunidad de manada
2020-08-18 | 224 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 20 Núm.2. Julio-Diciembre 2020 Pags. 265-267 Arch Med Manizales 2020; 20(2)